De la colección
Sabes cuántos cuentos cuento
LA VERDAD como HIJA DEL TIEMPO
Cuentan ‘Unas-hojas-volanderas’ que durante la ocupación nazi de Austria tuvieron lugar unas gravísimas inundaciones en Viena y que entre los muchos incidentes ocurridos en aquellos aciagos días, un hombre cayó a las agitadas aguas del Danubio.
Pronto se agolpó junto al cauce del río una gran cantidad de mirones pero nadie se atrevió a saltar a las revueltas aguas para salvar a aquel hombre que se estaba ahogando.
Sólo un animado joven se quitó el abrigo y se preparó para rescatar al que se ahogaba justo en el momento en que alguien de la multitud gritó:
-¡¡¡NO SALTES!!! ¡¡¡El que se está ahogando es un judío, deja, deja que se muera!!!
Enseguida la muchedumbre se unió gritando a coro lo mismo:
-¡¡¡Deja que se muera!!!
Algunos añadían:
-¡No arriesgues tu vida, déjalo, déjalo…!
En contra del parecer de todos y poniendo su vida en grave peligro, el joven héroe anónimo se lanzó a las peligrosas aguas del río. Tras duros esfuerzos, consiguió poner a salvo al hombre que estaba ya medio ahogado.
Cuando los que habían presenciado el incidente se acercaron a ver al hombre que había sido rescatado de las aguas, exclamaron con asombro:
-Gracias a Dios que se ha salvado… ¡¡¡En efecto, es un alemán!!!
-Lo que yo decía, ¡alemán!
-¡Sí, alemán!
-¡Él alemán y yo judío!-respondió CALLADAMENTE el joven que había salvado al hombre.