La Prensa (CVII)

LA ROSADA INQUIETUD

del dolor nace, cuando el llanto oculta
del rostro la mirada del presente,
silueta sin futuro
cual prímula en invierno.

La rosada Inquietud
del dolor crece, cuando nuestra boca
dibuja, en la balada del ayer,
la mueca de tragedia
del agua sin su río.

Se desarrolla lejos de los mares
entre enfermos que viven
la muerte envejecida e inmortal.

Y muere. La rosada
Inquietud del dolor
muere, cuando la escarcha en los jardines
juega con la amapola
en medio de la estatua del olvido.

Nieves Viesca

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