Con mi firma (II)

 

 

 

 

 

 

Pececita

 

Pececita, es una reina de mar coronada por variopintos ojivales y rosetas. Ha nacido entre praderas de arrecifes de corales bañados por unas aguas cuya tibieza, apenas si deja sentir el paso de las estaciones. La inquietud que siente por la vida, impide a Pececita el disfrute de los placeres inmediatos. Igual que un remo, ha viajado. Conoce el flujo de la corriente. La bajada del nivel de las aguas durante la marea. Las sacudidas de la resaca. Pececita ha aprendido que el mar es un telón cambiante y movedizo. Un escenario de fondos marinos donde peces con ocho o diez brazos, avanzan entre los escollos de las rocas con movimientos de danza. “¿Has cazado una buena pieza?”. Y peces (¡ay!) cuya mandíbula superior es silenciosa, rápida y depredadora. “Sí -responde Pececita mostrando a las abiertas fauces del gris tiburón, el laberinto de un cofre-. Esta caja de hermética cerradura, abre tal trueque de entradas y salidas, que se puede comprobar sin temor, la paciencia de los enemigos”. El insólito tamaño del baúl produjo un júbilo siniestro en los ojos del pez. ¿O influiría el hecho de que atisbara en el arca abundante rojez de sangre humana? Pececita, consciente del disfrute de la bestia, se aventura añadir: “Este dédalo, tiburón amigo, es tuyo”. “¿Y tú, qué deseas a cambio?”-pregunta el espectro con la garganta hambrienta-. “Sólo un pulpo y un calamar que amurallen con su tinta mis arrecifes. Están aquejados del más mortal de todos los males; Pezescafandra y su ambición han venido en barco”. Un frío lácteo (¡brrr!) atraviesa por entero al tiburón a la par que, un intervalo de alianza se desliza entre ellos sin roce. “Pez de colores, admiro tu gran cerebro”.  “Rey de los mares, me maravilla tu buen corazón”.

 

 

 

Con mi Firma (I)

 

 

UMBRAL

de sueño y memoria

 

Decía el gran poeta Mario Benedetti: “Si habito en tu memoria no estaré solo”. Este libro de Conrado Castilla RubioCuando no tenga presente (Editorial Cuadernos del Laberinto)con versos en forma directa y una intencionalidad decisiva, nos habla precisamente de ese deseo al contemplar la pérdida que desprende su yo   vivido, del sentimiento de fragilidad que alberga cada vida humana cuando recorremos nuestro miedo al olvido, nuestro propio enfrentamiento hacia el humo de la nada. 

 

 

 

 

PENSANDO EL PASADO

En nuestra vida el pasado

se vuelve recuerdo si al día siguiente

pensamos aquello que tuvimos

y que en un instante se perdió

en el discurrir del sueño.

 

Utilizando una semántica preclara (El verso que te debía, Tras la lluvia, Horas de Hospital, A mi padre…) el poeta ahonda, explora lo cotidiano y su mismidad para sumergir a los lectores, adentrándose y adentrándonos, hacia la silueta del tiempo con su universal ausencia de retorno, memoria y negación de vida. Todo ello desde una poesía limpia, de versos libres que encuentran  con facilidad, la hondura. Preocupación por el paso del tiempo, por el miedo a desaparecer, por el dolor de la pérdida y todo ello a través de la cercanía del presente, de quien sabe lo fugaz y huidizo del valor que entrañan las pequeñas cosas o las palabras en poemas que van y vienen con la lucidez del silencio:

 

 

  DESDE  EL UMBRAL DEL SUEÑO

Mientras espero que llegue la amanecida

el sueño va recalando sin ruido

en la noche

cuando con los ojos cerrados recuerde

al día pasado.

 

Utilizando las palabras del propio Conrado Castilla: “Aquí el lector va a encontrar una búsqueda de la esperanza. Es quizá la más autobiográfica de mis obras pues en ella llevo a cabo una indagación de cómo me va afectando el paso del tiempo”.

 

Cuando no tenga presente publicado por la editorial “Cuadernos del Laberinto” es el cuarto libro de Conrado Castilla, profesor de Geografía e Historia del IES Juan de Aréjula y miembro de la Asociación Cultural Naufragio, en la que forma parte del Consejo de Redacción de su revista Saigón. Con anterioridad ha firmado Desde aquí (1998) Tres esquinas y una más (2004) y Del tiempo que va y viene (2011).

Sus poemas aparecen recogidos en diversas antologías como Lucena en verso, Divergentes, Antología del XV Encuentro de Poetas en la red y Arrecife de náufragos. Colabora en diversas revistas literarias, como El rincón del Haiku, Saigón, La Ballesta de Papel o Aldaba.

 

FOTO FIJA

En la memoria de la anciana hace frío,

en sus manos temblorosas, cargadas de tiempo,

tiene una foto, la mira

con los ojos entreabiertos, grises,

y busca en su memoria el instante

en que esa gente, hoy perdida,

anduvo a su lado.

Umbral, sueño, memoria, en definitiva poesía que se instala en la retina del lector como una fotografía en… Cuando no tenga presente.

 

 

 

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