Foto Diario El Comercio
En un discurso, titulado ‘Elogio de la lectura y la ficción’, el Nobel de Literatura ha subrayado el papel de la lectura y los libros en su vida, desde que con cinco años aprendió a leer en Cochabamba (Bolivia). «Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida», ha confesado Mario Vargas Llosa, quien rindió un sentido homenaje a grandes maestros de las Letras como Flaubert, Faulkner, Cervantes, Dickens, Tolstoi o Thomas Mann.
Asimismo, el escritor ha tenido palabras de elogio para España y ha destacado que sin España «jamás hubiera llegado a esta tribuna». «Quiero a España tanto como al Perú y mi deuda con ella es tan grande como el agradecimiento que le tengo».
Ha subrayado su amor por Patricia, y con voz emocionada ha recordado cómo ella todavía soporta sus «manías, neurosis y rabietas que me ayudan a escribir».
Igualmente, ha destacado su pasión por los libros, que fueron siempre «su salvación y su refugio» y donde vivir era «exaltante, intenso, una aventura tras otra, donde podía sentirme libre y volvía a ser feliz». En esta misma línea, ha confesado que siempre que se ha sentido «abatido o golpeado, a orillas de la desesperación», entregarse en cuerpo y alma a su trabajo de fabulador «ha sido la luz que señala la salida del túnel, la tabla de salvación que lleva al náufrago a la playa». «Nada me ha hecho gozar en la vida tanto como pasarme los meses y los años construyendo una historia, desde su incierto despuntar, esa imagen que la memoria almacenó de alguna experiencia vivida, que se volvió un desasosiego, un entusiasmo, un fantaseo que germinó luego en un proyecto».