Más…guadaña (XIV)

 

 

¿Qué fue de su pequeño cercado?

 

La vergüenza

 

De “Paca” y “Tola”

El pasado miércoles, 24 de junio en el diario La Nueva España fue publicada la conmovedora carta de ANTOLÍN VELASCO MORENO hijo del hombre que rescató a las emblemáticas osas asturianas ‘Paca’ y ‘Tola’.

Reproduzco íntegramente el escrito, sin añadir más comentario por mi parte que el de sumarme a su justificado dolor e indignación. 


la columna del lector

La vergüenza de «Paca» y «Tola»

24.06.2015 | 03:53

Antolín Velasco Moreno. Llanera Si en Asturias hay alguna historia símbolo de la lucha por la conservación de la naturaleza y de los males de la brutalidad del hombre, ésta es, sin duda, la de nuestras pequeñas osas «Paca» y «Tola». Estos animales rescatados por mi padre, Antolín Velasco González, significaron un antes y un después en lo que a nuestra conciencia colectiva se refiere, la cual todos tenemos manchada por haberlas convertido en dos bichos de circo encerrados en una jaula.

La verdad es la verdad y lo correcto es aquello que hacemos bien por encima de todas las demás opciones que pudiésemos tomar independientemente del dinero, los intereses particulares o colectivos. Pues en este caso nos hemos convertido todos en cómplices del maltrato brutal a dos animales que el único error que cometieron fue el de ser hijas de una osa asesinada y caer en las manos equivocadas. Cuando acudí a verlas el otro día me horroricé de la situación lamentable en la que se encuentran: nerviosas, encerradas en un minúsculo cubil del que no pueden escapar ni siquiera cien metros para evitar gritos o para estar tranquilas. Son dos monas de feria a las que más las miraba y más me entristecía. ¿Qué fue de su pequeño cercado en el que podían estar a su aire? ¿Dónde pueden refugiarse cuando no quieren ser molestadas?; la respuesta es fácil: en ningún lado, porque los zoos son para que la gente pueda ver a los animales siempre porque el animal es una cosa no un ser que siente y padece. «Paca» y «Tola» están en un zoo, no nos engañemos.

A la mente me vienen ahora esas fotos de la «Petra», la osa que vivió cautiva toda su vida en el Parque San Francisco hace 50 años y que perdió el pelo de tanto girar sobre sí misma y rozar contra la jaula. ¿En medio siglo no hemos aprendido nada? No sólo las hicimos sufrir de pequeñas, hemos prolongado ese sufrimiento a lo largo del tiempo y además hemos avanzado en la dirección incorrecta. Me recuerdo de niño con mi padre viéndolas el primer día asustadas, desorientadas pero a la vez tan pequeñas, indefensas y preciosas; nunca imaginamos que su destino fuese éste: ser bufonas de un negocio turístico que enseña cosas muy desacertadas bajo el velo de la ecología.

Es por eso que con esta carta quiero llamar la atención a todas aquellas personas responsables del maltrato animal que están sufriendo «Paca» y «Tola» para que si tienen algo de vergüenza le pongan remedio y si no que dimitan de su puesto.

Mi padre y yo ahora sólo podemos pedirles perdón por no haberlas protegido siempre.

La Nueva España

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Acerca de Nieves Viesca

Nieves Viesca poeta y narradora, nace en Gijón, ciudad donde reside. Su andadura literaria comienza en el periódico El Noroeste, desde su fundación en 1978 hasta la desaparición del mismo. Tiene publicados los libros de relato: La danza del equilibrio (1996); Metamorfosis del sentimiento (2002); Diecinueve o Veinte Líneas (2009). Figura en las Antologías: Sembrando ilusiones (2003); Tejedores de palabras (2005); Muestra Siglo XXI de Poesía en Español (2006); Tankas para la primavera (2007); XX Colección Voces Nuevas de Poesía (2007); Los mejores Bilordios de Pinón (2007) Obra Social Cajastur; Palabras con Ángel (2009). MiniAntología XXX Aniversario Fundación Prometeo, (2010).

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